martes, 8 de febrero de 2011

Por menos de dos dólares, ayuda para confesar los pecados por el celular

Washington, (EFE).- El obispo católico de EE.UU. Kevin Rhoades ha dado el “imprimátur” a una aplicación que, por solo 1,99 dólares, ayuda a que los pecadores preparen la confesión en la pantalla de su teléfono celular, informó hoy su diócesis.  
Tim Johnson, editor del periódico Today's Catholic de la diócesis de Fort Wayne, en Indiana, explicó que Rhoades ha revisado el material sin encontrar nada que ofenda las enseñanzas de la Iglesia sobre fe y moral y por lo tanto puede publicarse.  
Según explicó a Efe la portavoz de la Conferencia Episcopal estadounidense, María Muñoz, se trata de la primera ocasión en que un obispo de
este país da el “imprimátur”, o visto bueno, a una aplicación para las nuevas tecnologías.  
La aplicación “Confession” de ninguna manera sustituye al recuento de pecados cara a cara con un sacerdote ni su uso equivale a la absolución que otorga el confesor, pero según los creadores de la aplicación sí ayuda a que el católico se prepare mejor para el sacramento.  
Para el uso de “Confession”, el católico puesto al día en materias tecnológicas sólo tiene que descargar la aplicación en su teléfono IPhone, por el mismo precio que una canción de Lady Gaga.  
Una vez instalada en el celular y abierta, la aplicación diseñada por la firma Littleiapps, de South Bend en Indiana, comienza el examen de conciencia, hecho a medida del usuario.  
El pecador (o la pecadora) registra su edad, sexo y si se trata de una persona soltera, casada o miembro del clero.  
Según el perfil que se configure, la aplicación sugerirá una serie de pecados “estándar”, para que el creyente decida si los ha cometido o no y vaya con los “deberes hechos” al confesionario.  
Pero la lista, además, se puede personalizar con otros pecados que el usuario sea consciente de haber cometido y que no estén incluidos en la lista corriente, explican los inventores de la aplicación, los hermanos Patrick y Chip Leinen y su amigo Ryan Kreager.  
Como un confesor de carne y hueso, la aplicación consulta también al pecador cuánto tiempo ha pasado desde la última confesión, sea días, meses o años.  
El usuario puede elegir también, una vez elaborada su lista de pecados, entre siete diferentes actos de contrición.  
En el caso de que más de una persona vaya a usar el mismo iPhone (puede adquirirse un interfaz para el iPad o el iPod Touch), cada una podrá tener su propia “cuenta”, con su contraseña correspondiente.  
Según los creadores de la aplicación “la respuesta ha sido abrumadora”, pero han tenido que disculparse ante los católicos que no cuenten con los dispositivos de Apple.   “Confession” no está disponible en otras plataformas, aunque la firma que la ha creado explora la posibilidad de desarrollar versiones para otros teléfonos inteligentes.  
Según “Today's Catholic”, la aplicación y el imprimátur de Rhoades se adecúan a lo recomendado por el papa Benedicto XVI en su reciente documento papal “Verdad, proclamación y autenticidad de la vida en la era digital".   No basta, según el papa, que “se proclame el Evangelio en los nuevos medios”, sino que los católicos deben dar “testimonio de forma coherente".  
Kraeger sostuvo que la aplicación se creó para dos tipos de personas.  
A los católicos que acuden a confesarse regularmente, la aplicación les proporciona información, al enumerar los posibles pecados que hayan podido cometer.  
Los usuarios “ingresan su nombre, edad, sexo, y se genera un examen de conciencia que se relaciona con esa información”, explicó Kraeger.   Pero “Confession” “también está dirigido a quienes han estado alejados de la Iglesia y quieren la oportunidad de confesarse”, añadió.  
“Uno se somete al examen de conciencia y, literalmente, la aplicación le guía paso a paso, casi como si uno estuviese ante el confesionario”, dijo Kraeger. EFE  

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