viernes, 19 de agosto de 2011

Tiburón mata a turista en su luna de miel

Ian y Gemma Redmond deberían estar pasando la mejor semana de su vida. Esta pareja británica se casó hace poco tras nueve años de relación y decidió pasar su luna de miel en una de las playas supuestamente más bonitas del mundo: Anse Lazio, en la isla de Praslin, una de las Seychelles. Pero hoy, estas idílicas condiciones parecen pertenecer a otra época. Desgraciadamente, Gemma se ha convertido en viuda tras solo 11 días de matrimonio después de que un tiburón atacara mortalmente a su marido.

Las últimas voces de Ian, de 30 años, fueron las de sus gritos de auxilio desde el mar donde buceaba. Gemma estaba tomando el sol y únicamente le dio tiempo a llegar a la orilla para vez cómo un turista traía el cuerpo de su marido en una zodiac. Los veraneantes empezaron a congregarse alrededor de la embarcación. "Vi el cuerpo del buceador, al que le faltaba un gran trozo de
carne de la pierna izquierda. Estaba pálido, y todavía tenía las aletas puestas", recuerda uno de ellos para el 'Daily Mail'. "Llegó entonces una mujer y empezó a gritar. Dijo, '¡Es mi marido! ¡Nos acabamos de casar! La alejamos para que no viera el cuerpo. Las heridas eran demasiado espeluznantes". Cuando llegó la ambulancia, 20 minutos más tarde,  el recién casado ya había fallecido.


Al día siguiente, Gemma envió un comunicado a los medios en el que hablaba de su marido: "Le quería mucho. Era muy especial, un hijo muy atento y un hermano devoto. Se esforzaba por hacer de nuestro matrimonio algo fantástico y quiero darle las gracias por tantos años de felicidad. Nos lo estábamos pasando muy bien juntos y veíamos emocionados nuestro futuro. Su pérdida ha dejado un hueco en nuestras vidas que jamás volverá a llenarse", ha confesado. Sus padres han ido a las Seychelles a consolarla.

No es el primer ataque de un tiburón en la zona. La misma playa había vivido otro hacía poco más de dos semanas. Tras el suceso, muchos turistas y residentes de la zona han confesado su miedo a volver a esas aguas. No obstante, los números deberían tranquilizarles: según los datos del International Shark Attack File, desde que se recogen este tipo de estadísticas y hasta 2009, solo ha habido 2.127 ataques de tiburones a seres humanos, 424 de ellos mortales. De esos 2.127, únicamente 246 fueron a buceadores recreativos, lo que deja la media en menos de cuatro sustos para los buceadores cada año. Aplicando las matemáticas, si cada temporada se realizan millones de inmersiones, es más probable ganar la lotería (una posibilidad entre 85.000) que ser atacado mortalmente por un tiburón.

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