miércoles, 17 de agosto de 2011

Taiwán despide a sus muertos con "strippers"

yahoo en español.com
 
Una de las áreas donde la moralidad juega un papel más ambiguo es la que ataña a la despedida de nuestros muertos. Alguien que haya perdido a un ser querido es libre de reaccionar como quiera, independientemente de la opinión de la sociedad. Y sin embargo, son los rituales religiosos y las convenciones sociales las que dictan cómo debe afrontarse formalmente el proceso de duelo. En una mezcla de tradición y respeto ante uno de los momentos más solemnes conocidos por el ser humano, los velatorios y funerales están meticulosamente predeterminados por la tradición.

En esta dicotomía entre la libertad de reacción y la predictibilidad de las formas, Taiwán ha encontrado un nicho muy llamativo: muchas áreas rurales del país prefieren obviar los ancestrales ritos funerarios considerados normales por el resto del país y despedir al fallecido a golpe de entretenimiento y placer: contratan a bailarinas para que hagan sesiones de striptease en una furgoneta especialmente habilitada (que a veces lleva hasta una barra para sustentar la coreografía) con láseres, luces de
colores y música pop de fondo. Nada más y nada menos.


Así lo ha desvelado Marc L. Moskowitz, un antropólogo de la universidad de Carolina del Sur especializado en el folclore taiwanés, en un documental recién estrenado llamado Dancing for the Dead: Funeral Strippers in Taiwan (traducible como Bailar por los muertos: Strip-teases funerarios en Taiwán). "Los relatos de gente que se desnuda en los funerales se remontan al siglo XIX", ha declarado en una entrevista al Taipei Times. "Es ahora cuando la prensa los está cubriendo. En los 50 y en los 60, era impensable publicar esta información. Ahora, cuanto más morbosa sea la historia, mejor".

La práctica consiste en que mujeres vestidas con lo justo acudan a los funerales en los llamados "Electric Flower Cars" (Coches Eléctricos Floridos), camiones diésel habilitados un escenario, iluminación especial y hasta sistemas hidráulicos para seguir la coreografía. Empiezan a bailar con música pop de fondo para despedir al fallecido con una sonrisa. "Son chicas que empiezan en esto con 15 o 16 años", explica Moskowitz. "En una cultura que se enorgullece del comportamiento y el candor juvenil, tiene sentido que empiecen a esta edad".

La práctica estuvo muy vinculada en su origen a las organizaciones mafiosas de Taiwán, un país donde los gángsters forman un parte integral del día a día. Ahora ha pasado a manos de políticos que estudian cómo ilegalizar esta costumbre. "No estoy muy seguro de por qué", continúa Moskowitz. "Sospecho que les da vergüenza y temen que desmerezca la imagen internacional de su país. Es una pena que Taiwán no esté más orgullosa de esto, aunque entiendo su miedo; la gente tiende a codenar muy rápido todo lo que se sale de la norma".

No hay comentarios:

Publicar un comentario