Dos sismos sacudieron el miércoles la región de Murcia, en el sureste de España, provocando al menos ocho fallecidos, decenas de heridos, miles de damnificados y abundantes daños materiales, en el terremoto mortal más importante registrado en el país ibérico en 55 años.
El Ministerio del Interior informó que ocho personas, uno de ellos menor de edad, murieron víctimas de los derrumbes que produjeron los terremotos. Aunque en un primer momento se confirmaron de 10 fallecidos, el gobierno rebajó posteriormente la cifra, puntualizando además que había dos heridos muy graves.
Los servicios de emergencia contabilizaron unos 10.000 afectados por los
destrozos, que deberán pasar la noche en refugios habilitados por las autoridades.El gobierno anunció la movilización de 250 miembros de la Unidad Militar de Emergencias especializados en tareas de búsqueda y rescate de personas. No descartaron que la cifra de muertos aumente con el paso de las horas.
El epicentro de los movimientos se situó en las inmediaciones de Lorca, cerca de la costa mediterránea, un municipio de 92.500 habitantes.
El primero de los temblores tuvo lugar alrededor de las 17.00 horas locales (1500 GMT) y registró una magnitud de 4,4 grados en la escala Richter. Dos horas después, un segundo sismo de 5,2 grados volvió a remecer la zona, dijo el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS por sus siglas en inglés).
El alcalde de Lorca, Francisco Jódar, explicó en rueda de prensa que algunos edificios del casco urbano se habían derrumbado y que se habían desalojado varias viviendas.
Las imágenes de televisión mostraron ladrillos apilados en las calles, la mayoría pertenecientes a tejados desprendidos, escombros y numerosas casas resquebrajadas en su fachada.
Además, el Hospital Rafael Méndez de Lorca tuvo que ser evacuado por precacución. Más de 100 ambulancias se encargaron de trasladar a los 270 enfermos ingresados a diferentes centros hospitalarios de la región de Murcia.
"Ha afectado a toda la ciudad y ha habido desperfectos. Se ha sentido en toda la ciudad", afirmó Jódar. "La gente está en la calle y no se atreve a entrar en las casas".
"Vamos a tratar de habilitar lugares para que la gente pueda pasar la noche lo más cómodamente posible", añadió.
Jódar aseguró que se han activado todos los planes de emergencia y que en las próximas horas se esperan más réplicas, aunque de una "intensidad decreciente".
Hay que remontarse hasta 1956 para encontrar un terremoto de consecuencias tan luctuosas para España.
Aquel sismo tuvo lugar en la provincia andaluza de Granada, límitrofe con Murcia, y provocó 12 fallecidos.
España y la península ibérica es una zona de actividad sísmica reducida. El área de Murcia y el sureste del país suele registrar temblores habitualmente, pero de muy baja intensidad.
Tres terremotos de magnitud cercana a los 5 grados sacudieron la zona de Lorca en 1999, 2002 y 2005, provocando daños materiales, pero no personales.
El problema en esta ocasión, según los expertos, es que el movimiento se produjo muy cerca de la superficie, a apenas un kilómetro, lo que multiplicó la energía de las ondas y su poder destructor.
"Los terremotos en esta zona de la península ibérica, son superficiales. Se producen en los primeros kilómetros de la corteza terrestre, por eso causan más daño", explicó a The Associated Press la sismóloga María José Jiménez.
"Si el movimiento es a 40 kilómetros de profundidad, la energía de las ondas que llega a la superficie es muy inferior", añadió.
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